31.8.10

Woody con sudor

Ayer, nada más terminar la etapa de Málaga de la Vuelta, que vi, naturalmente, por televisión, salí en contrarreloj individual para llegar a la última de Woody Allen. Hay un momento en que el autor puede abandonarse y dejar que los lectores le recuerden sus manías. La semana pasada me escribió uno recordándome que con Woody siempre voy a la primera sesión del viernes de estreno. Me extrañó el recordatorio, porque, aunque había visto menciones en la retráctil prensa de agosto, pensé que la nueva no se estrenaría hasta octubre. Pero el domingo me enteré de que ya estaba. Ir a ver a Woody un domingo no combina, y además tenía trabajo. Así que ayer lunes, en cuanto acabó la Vuelta, corrí al cine. Iba apurado de tiempo y llegué sudando. Me sui secando con los créditos, en parte por la refrigeración y en parte por la evocación de los otoños. ¡Oh los otoños de Woody! Últimamente, además, son películas otoñales: sin fuerza, tiernas, melancólicas, dulces. La virtud de Woody es que va deshaciéndose sin pesadez, con ligereza. Leo ahora lo que dice Jordi Costa en El País: "Quizá habrá que dejar pasar el tiempo para apreciar la secreta grandeza de esta última etapa en la filmografía de Woody Allen, una etapa hecha de obras menores, desaliñadas, a veces antipáticas, pero que, título tras título, confirman la capacidad del creador para ser siempre idéntico a sí mismo siendo, cada vez, distinto". No me ha gustado especialmente Conocerás al hombre de tus sueños; pero con el resto de gusto habitual es bastante. Sin que llegue a haber nada inolvidable (salvo sus mujeres), deja un regusto grato, serenamente tristón. Es una delicia sin más, y es las dos cosas: sin más, pero delicia. Aunque sólo me he reído una vez: cuando la actriz de segunda, para indicar lo de segunda que es, dice que en una serie de ciencia ficción en que participó ella era "la hija del jefe de la otra galaxia". Cuando salí aún quedaba mucha luz, según las extensiones del verano; pero se había operado un efecto sentimental: ahora parecía también una tarde de octubre.