31.7.07

Puerta del perdón

Los días de Villafranca resultaron deliciosos. Curro y Almudena se hicieron una excursión al Valle del Silencio (que, bien pensado, es la conclusión de toda ruta poética), pero yo preferí quedarme en el pueblo. Más que viajar, lo que me gusta es habitar lugares. Subí al castillo. Saliendo por la carreterita se ve a lo lejos las Médulas. Luego monté mi oficina sobre piedras del siglo XII: escribí en mi moleskine sentado en los escalones de la Puerta del Perdón de la Iglesia de Santiago. Esa puerta tenía el privilegio de servir de meta a los peregrinos que, por enfermedad o cansancio, no pudiesen llegar a Santiago de Compostela. Por la tarde estuvimos en la playa fluvial. De sus aguas fresquísimas, y también del rumor refrescante del río en mi cuarto, y de sus cabriolas de sombra en el techo, nos acordamos cuando bajamos a Salamanca y recibimos la bofetada del calor. Hasta entonces la ola africana había sido una referencia distante en los periódicos. De Salamanca he tomado yo hoy el tren para Madrid. Desde la ventanilla, las murallas de Avila. Y después me he puesto Cantada de Adriana Calcanhotto en mi ipoide azul. Ah el perdón. ¿Para qué sirve, si ya todo está absuelto? Q

29.7.07

Camino de Santiago

No está mal esto del Camino de Santiago. Cualquier día cojo yo el macuto y me lo hago también. En bici no estaría mal (además, esos mapas del camino semejan las etapas de una vuelta ciclista); pero creo que prefiero hacerlo caminando. Yo solo, por supuesto. En etapitas cortas (nada de callos en los pies). Con mi ipoide azul y mi moleskine. Nunca he estado en Santiago de Compostela, y se me ocurre ahora que la primera vez que lo vea será al final de mi camino. En fin, la ruta paneriana ya se acabó. El último atisbo fue cuando, regresando de Castrillo de las Piedras, pasamos por encima del río Turienzo. Allí es donde mamá Felicidad ahogó a los gatitos recién nacidos, como contaban Leopoldo María y Michi. Pasamos la noche en Castrillo de los Polvazares. Ayer partimos para Ponferrada. Mientras Curro y Almudena entraron a ver Las edades del hombre, yo (¡nada cultural!) me quedé tomando unas cervezas cerca de una foto archiafectada de Luis del Olmo que hay en la entrada de su Museo de la Radio. Luego paramos un rato en Molinaseca y llegamos a nuestro hostal de Villafranca del Bierzo justo cuando Contador acababa de salir en la contrarreloj del Tour. Me asomé a la ventana de mi cuarto: daba al río rumoroso. Me tumbé en la cama y pasé una hora de felicidad no blanch.

28.7.07

Demolición

La ruta paneriana nos sigue saliendo chapucerísima. Nada más llegar a Astorga preguntamos en una librería por la estatua de Leopoldo Panero, esa que inauguran al principio de El desencanto. El librero nos espetó que la habían quitado y que en Astorga la única cultura que quedaba ya era la de los garbanzos y las fiestas. Los garbanzos los pudimos ver en los cocidos maragatos que rebosaban de todos los restaurantes. Y de entre las fiestas, la que nos tocó era probablemente la más grotesca: la fiesta astur-romana, con reproducción de batalla incluida. Precisamente paramos a un matrimonio de romanos maduritos (a los astures no nos atrevimos) para que nos terminasen de informar sobre los restos panerianos de los alrededores. En la propia Astorga queda la casa de Leopoldo Panero, que está en obras. Y en las afueras, la finquita: pero no en Castrillo de los Polvazares, sino en Castrillo de las Piedras. Y allá que nos fuimos. El pueblo parecía trazado metafísicamente por un Chirico que pintase casas blancas. Unos lugareños nos indicaron que entrando por el carril de los castaños se llegaba al solar de la casa demolida. Parece que a Leopoldo Panero lo han liquidado con rigor de la zona. Su destino post mortem está siendo más malditista que el de su hijo Leopoldo María pre mortem. Este, como ya se veía venir, va a sobrevivirlos a todos, también en la memoria.

26.7.07

Ruta gamonédica

Mi consigna en estos viajes es "¡Nada cultural!". No entro en nada gótico o románico, en ningún museo, en ninguna exposición. Por eso, mientras Curro y Almudena se fueron a la catedral a escuchar un concierto de música antigua, yo me quedé callejeando y caminando por la ribera del Bernesga, y cruzando sus maravillosos puentes. Luego me adentré de nuevo en la ciudad y me senté a tomarme unas cervezas en la calle Cervantes, esquina Ordoño IV el Malo. Entonces algo cultural se cruzó: el poeta Gamoneda. Le vi alejarse entre los humos de mi purito y después Curro y Almudena me dijeron que se había sentado justo delante de ellos en el concierto, y que se durmió y un acompañante tuvo que darle un codazo para despertarlo, a resultas del cual se le cayeron las gafas. Hemos venido a León porque Curro quería recorrer algunos escenarios de su ídolo Leopoldo María Panero: Astorga, Castrillo de los Polvazares... Yo le dije que la genuina ruta paneriana sería una ruta de cárceles y manicomios; pero aun así me enganché a este viaje que ha empezado siendo, insidiosamente, una ruta gamonédica. A mí en cualquier caso me da igual. Yo viajo para enredarme en calles y bullicios, para atisbar resplandores urbanos o camprestres, y ver cielos, nubes y los declives de la luz sobre tierras, aceras, ríos o fachadas.

25.7.07

El Solitario

Llama la atención que El Solitario fuese considerado el "Enemigo Público Núm. 1". En un país en el que campan a sus anchas los delincuentes que se apandillan (etarras, islamistas, mafiosos, nazis, hinchas futbolísticos, concejales corruptos, promotores inmobiliarios, okupas, caricatos, tunos -que, por lo general, han robado y matado más que él) está cuál era el principal peligro para las autoridades: la soledad.

21.7.07

Sátira rentable

Es triste que los cobardes de El Jueves se vayan a llevar una vez más la medalla de la transgresión. Meterse con los Borbones sale gratis, e incluso resulta rentable (la medida del juez Del Olmo tendrá un efecto publicitario). Ningún riesgo real, de los que se pagan con sangre. Sólo incomodidades burocráticas a lo sumo. Por supuesto que yo soy partidario de que salga El Jueves con sus borbonadas, me solidarizo con ellos y tal y pascual. Pero no me olvido de lo cobardes que fueron cuando lo de las caricaturas de Mahoma. Ahí se cagaron. Para una vez que tenían un riesgo real, van y se cagan los cachondos, y encima confesándolo chachóndamente, mira tú.

20.7.07

Generación Nocilla

Ayer en El Cultural hablaban de la Generación Nocilla. Manda cojones. Ahora que podía haberme yo enganchado a una generación, van y escogen el único producto que me repugnaba (¡y que nunca probé!). ¡Podían haber escogido el Tigretón o el Bony! ¡El Bollicao, el Phoskitos, la Pantera Rosa! ¡O los chicles Kosmos o Bazooka, que hubieran sido grandes nombres para una generación! ¡Pero no: han escogido la Nocilla! ¡Y yo me quedo fuera nuevamente, más solo que la una! ¡Aislado como el agujero del Donut! [Debate aquí]

18.7.07

Rohmer en español

Los que adoramos a Eric Rohmer (que solemos formar parte del sector "nosotros, los inteligentes") siempre hemos echado de menos que en español no funcionasen las películas de conversaciones. Por algún motivo, las largas parrafadas no quedan convincentes en nuestro idioma: ni siquiera las del propio Rohmer cuando las doblan. En español sólo cuelan con acento argentino, que es el que escogen para los anuncios con parrafadas. Pero va habiendo excepciones. Una de las primeras fue Un banco en el parque, de Agustí Vila: una peli imperfecta pero que se dejaba ver y en la que, sobre todo, los diálogos estaban dichos con naturalidad rohmeriana. Benito Zambrano lo consiguió un poco en Solas y mucho en Padre Coraje. Las conversaciones están definitivamente logradas en Smooking room, de Wallovits y Gual, y en Nubes de verano, de Felipe Vega. Y, por supuesto, en los documentales En construcción, de José Luis Guerín y El cielo gira, de Mercedes Álvarez. Y en las dos películas, fabulosas, de Jaime Rosales: Las horas del día y La soledad. Y en yo, de Rafa Cortés -aunque aquí los diálogos son escasos y entrecortados. Curiosamente, en tres de estas pelis aparece el actor Álex Brendemühl (que es coguionista además de la última). Repaso y veo que este post ha terminado siendo un estuchito de buenas películas españolas: hechas por artistas dignos y sin queja.

17.7.07

Paisaje defectuoso

La única vez que se enamoró Marcel Duchamp fue de una brasileña (tonto no era): Maria Martins, escultora y esposa del embajador de Brasil en Estados Unidos. En 1946 le regaló una de sus Boîtes-en-valise, que contenía ese extraño dibujo, hecho en celuloide sobre un fondo de satén negro. Esto cuenta Tomkins en su biografía de Duchamp:
Se trataba de una forma abstracta, fluida, parecida a una ameba, que no se parecía en nada a ninguna de sus obras anteriores. Hasta 1989, año en que se sometió a un análisis químico, no se supo que el medio empleado para dibujar era líquido seminal eyaculado. El título que Duchamp eligió para este talismán erótico fue Paysage fautif.

14.7.07

El eterno femenino

Mont Ventoux
Das Ewig-Weibliche
Zieht uns hinan.


[El eterno femenino
nos atrae hacia lo alto.]

(J. W. Goethe)

12.7.07

Poema y traducciones



Me he quedado enganchado a un poema de Emily Dickinson, el 67 en la edición de Thomas H. Johnson (escrito sobre 1859):
Success is counted sweetest
By those who ne'er succeed.
To comprehend a nectar
Requires sorest need.

Not one of all the purple Host
Who took the Flag today
Can tell the definition
So clear of Victory

As he defeated —dying—
On whose forbidden ear
The distant strains of triumph
Burst agonized and clear!

Así lo traduce Amalia Rodríguez Monroy en la edición de Alianza:

El éxito resulta más dulce
Para quienes nunca lo alcanzan.
Asimilar un néctar
Requiere muy penosa necesidad.

¡Ni una siquiera de las Huestes púrpura
Que hoy portan la Bandera
Puede dar definición
Tan clara de qué es la Victoria

Como el que es vencido —moribundo—
Y en su oído agotado
Estallan mortecinos y claros
Los acordes lejanos del triunfo!

Y así Margarita Ardanaz en la de Cátedra:

El éxito se antoja lo más dulce
Para aquellos que nunca lo tuvieron.
El comprender un néctar
Lo más amargo exige.

Ni una tan solo de aquellas Huestes púrpura
Que hoy portaban Banderas
Podría dar definición tan clara
De la Victoria

Como aquel que vencido —agonizante—
En cuyos oídos impedidos
Los lejanos esfuerzos del triunfo
¡Estallaban agónicos y claros!

Partiendo del original, de esas dos traducciones y de mi (precario) inglés, arriesgo mi propia versión (más o menos libre —o negligente):

El éxito lo saborea
mejor el fracasado.
La dulzura la comprende
el condenado a la amargura.

Entre las Huestes púrpura
que hoy portaban la Bandera,
nadie iba que pueda definir
tan claramente la Victoria

como el vencido —agonizante—
en cuyos oídos taponados
las trompetas del triunfo ajeno
resuenan (¡nítidas!) mientras se apagan.

* * *
(14.3.08) Puntualizaciones: "Traidor".

(27.2.14) Ofrezco otra traducción, siete años después:
El éxito es más dulce
para el que nunca lo tuvo.
Asimilar un néctar
es tarea muy amarga.

¡Nadie en las Huestes púrpura
que hoy portaban la Bandera
sería capaz de definir
tan claramente la Victoria

como el vencido –agonizante–
en cuyos oídos taponados
las trompetas ajenas del triunfo
resuenan al apagarse nítidas!

(1.3.14) Ernesto Hernández-Busto me envía su traducción:
El éxito es más dulce
para el que no lo alcanza.
Asimilar un néctar
requiere una gran sed.

Ni un solo empurpurado
que hoy alza la bandera
pudiera definir
la victoria tan claro

como el vencido, el muerto,
en cuyo oído prohibido
resuenan ya distantes
los acordes del triunfo.
Y la de José Luis Rey en las Poesías completas de Visor:
El éxito es más dulce relatado
Por aquéllos que nunca lo tuvieron.
Valorar bien un néctar
Requiere extrema sed.

Ninguno del ejército purpúreo,
Ninguno de los que hoy llevaron la Bandera
Dará jamás una definición
Tan clara de Victoria

Como aquél que cayó –y está muriendo–
En cuyo oído vedado
Las lejanas fanfarrias de los triunfos
¡Empiezan a sonar agónicas y claras!

8.7.07

Siete días en la vida de Canal Sur

Lunes, 25 de junio

8.00 h. Pongo Canal Sur y aparece Angela Channing en Falcon Crest. La edad hace eso con las series: las desplaza del prime time al horario de la Teletienda. No soy un espectador habitual de la televisión pública andaluza, pero durante esta semana voy a dedicarme a picotear en sus dos canales y a contarlo. La situación me recuerda a mi infancia, cuando sólo teníamos la Primera y la Segunda cadena de TVE. Cambio a Canal 2 Andalucía: un documental con hermosas imágenes de Cazorla. En el primer canal empieza Los Hoobs, unos muñecos como los de Barrio Sésamo, con sus historias disparatadas y educativas. Hoy se trata de explicar lo que significa "temblor" (no está mal). La programación infantil sigue a lo largo de toda la mañana. Tiene el nombre genérico de La Banda, y se van alternando series con reportajitos ágiles y desenfadados. En un concurso lanzan esta pregunta más o menos cultural: "¿Cómo llamaba David Bisbal a Chenoa?". Dan tres opciones: "A) Cielito lindo, B) Laurita, C) Triunfita". La respuesta correcta es la B.

16.15 h. A esta hora debía comenzar el nuevo programa de María del Monte, pero aún está el culebrón Gata salvaje. Una mujer que tiene toda la pinta de ser la gata en persona echa de la cama a su maromo, con almohadazos: "¡Eres un machista, como todos los hombres!". A mi madre le encantan estos culebrones sudamericanos. Aunque se extraña del lenguaje: "¿Por qué dicen "lo botan" en lugar de "lo espachan"?". La tarde con María no empieza hasta las 16.30. Es la gran apuesta de Canal Sur para el verano. Durante toda la mañana han estado machacando con las promos. Hasta conectaron en directo al mediodía, desde Contraportada. La folklórica le dijo a Inmaculada Casal: "Aquí estamos, preparando el arranque. No tenemos nervios más que en los bolsillos". La consigna es que "a partir de hoy no hay siesta". El comienzo del programa es atropellado, vulgarote. La primera sección es la típica mesa de cotilleo, en la que rompe el fuego Rosario Mohedano: "Hemos tenido dos bodas muy bonitas, muy nuestras...". (Se refiere a las de Alejandra Prat y el hijo de Palomo Linares.) Pongo Canal 2: un guiri con el pelo pintado de rojo en mitad de un campo de girasoles. La tarde con María sigue de tópico en tópico. Ahora toca el concurso: "Vamos al panel a repartir dinerito". Después, los testimonios. Primera invitada: Macarena, madre de cuatrillizos. Luego entra un sesentón que busca novia, "pero que pueda tener hijos", especifica.

22.30 h. Ha terminado la veterana y solvente Arrayán (mi madre lleva años enganchada: aquí no se extraña del lenguaje) y empieza Vista pública, el programa de sucesos de Luis Mariñas, que aparece algo cascado. Habla con demasiada lentitud y con un deje que imita al de Pedro Erquicia en Documentos TV. Las viejas estrellas de la televisión nacional recalan en las autonómicas antes de la jubilación. El sumario de esta noche, que repiten una y otra vez, da repelús: "El crimen del churrero", "El asesino de la baraja", "El Rafita en libertad"... Sobre este último se añade: "uno de los menores que violó, atropelló y quemó viva a Sandra Palo". Al final Mariñas asegura, satisfecho: "Les contaremos con todo detalle estas historias de las que mañana hablará toda Andalucía". En Canal 2 ponen Dulce pájaro de juventud y decido quedarme con Paul Newman para acabar con un regusto agradable.


Martes, 27 de junio

18.00 h. Empiezo por uno de los programas estrella de Canal Sur, que me perdí ayer: Andalucía Directo. La presentadora, Blanca Rodríguez, va conectando con diferentes puntos de la región y nos hacemos un mapa de historias simultáneas. La primera es triste: tras el funeral de Estado en Madrid por los soldados muertos en el Líbano, el féretro del único andaluz viaja hacia Sevilla. En los informativos era Manuel David Portas y ahora es sólo Manuel David: el duelo nos lo ha vuelto cercano. Un vecino de su barrio cuenta recuerdos de cuando era niño. Otro dice: "Es hijo único y les han quitado media vida". A continuación, un reportaje sobre lo que es un inhibidor de frecuencias. El resto de las historias son más ligeras. Destaca la de José, un habitante de Garcíez que le salvó la vida a la burrita Rucia y ahora ella "le salva la vida a él", porque le da cariño. Rucia llevaba un año vagando por los campos, desnutrida, hasta que José la recogió y la cuidó. "Estaba muerta", dice, "y los primeros días le di agua Solán de Cabras, chocolate Valor y fabada Litoral". Pero ahora debe procederse a la subasta de la burra. José confiesa que, si se la quitan, llorará. ¿Alguien en el pueblo se atreverá a pujar contra él? Se lo preguntan a uno que pasa en su coche: "Yo sí, ¿por qué no?".

20.30 h. El informativo de Carlos María Ruiz se emite desde la Alhambra, para apoyar la candidatura del monumento como maravilla del mundo ("aunque a nuestros efectos ya lo es", aclara el presentador). Las noticias, sin embargo, impiden que el ánimo sea enteramente festivo: el cadáver del soldado andaluz ha llegado ya al Tanatorio SE-30 de Sevilla. La luz serena de esta hora, en los patios y los estanques de la Alhambra, son hoy el contrapunto de los horrores de la actualidad.

22.40 h. Para la noche, un especial: Los del Río y sus amigos, desde el Auditorio de Dos Hermanas. Reconozco el mérito de haber triunfado en todo el mundo con "Macarena", pero es una de esas canciones especializadas en arruinar momentos. Una vez que se te mete en la cabeza, no hay nada que hacer. El programa cumple con lo que prometía: gracejo a ras del suelo, campechanía y flamenqueo facilón. Los invitados son José Mercé, Chiquetete, Manuel sin Lole, Rosa la de OT, Azúcar Moreno... Hay un momento de cierta tensión (aunque quizá sean sólo imaginaciones mías) cuando, en el corro flamenco, Chiquetete se suelta con: "Zapatero remendón, arréglame los zapatos..." También aparece Rappel, que trata de justificar su presencia en la televisión pública andaluza soltando: "En vosotros, Los del Río, está la esencia de Andalucía".


Miércoles 27 de junio

11.00 h. Hoy toca política: en Canal 2 retransmiten en directo el Debate sobre el estado de la Comunidad. Empieza con un minuto de silencio por la muerte de los soldados en el Líbano. El discurso del presidente Chaves dura algo más de hora y media. Termina diciendo que estamos rompiendo con los tópicos de Andalucía. Me pregunto si ve Canal Sur (yo aún tengo en el estómago el especial de Los del Río).

16.30 h. Sesión de tarde del Debate. Tiene la palabra la oposición, compuesta toda por mujeres: Teófila Martínez (PP), Concha Caballero (IU) y Pilar González (PA). La portavoz del PP acusa a Chaves de "haber dado un mitin". Lo interesante, desde un punto de vista televisivo, es que antes Javier Arenas dijo lo mismo ante las cámaras, con Teófila a su lado escuchando (y ahora sabemos que memorizando). De la jornada me queda también un dato que ha repetido un par de veces el Presidente y que merecería entrar en el Libro Guinnes: “Hemos tomado 146 medidas contra el cambio climático, con el aval de 40 expertos". Pasadas las diez y media, la presidenta del Parlamento andaluz termina con un lapsus: “Doy por acabada la reunión, digo, la sesión”.

22.45 h. En el primer canal está la serie Planta 25, de intrigas empresariales. Tiene buena factura, buenos diálogos y una trama que engancha. Al final matan a un abogado de un tiro en la sien. Pero a continuación emiten un nuevo capítulo en el que el muerto está vivo y coleando: se trata de la reemisión de uno anterior, cosa que no tiene mucho sentido con una serie dramática.


Jueves, 28 de junio

11.40 h. En Canal 2, tras la última sesión del Debate (con la intervención del portavoz del PSOE), reponen El público lee. Jesús Vigorra, con su cara de niño calvo y travieso, entrevista a Arturo Pérez Reverte. Luego pasan a la mesa donde esperan los lectores. Se conoce que Reverte es un invitado habitual, porque celebra el nuevo decorado y pregunta que desde cuándo lo tienen. En el cuestionario rápido del final, el escritor se pone estupendo. “¿De qué le ha salvado la literatura”, pregunta Vigorra. “De la desesperación”, responde Reverte. “¿Y a qué le ha condenado?”. “A la lucidez”. En el primer canal están Los vigilantes de la playa, que no tienen pinta de haber leído un libro en la vida (ni siquiera uno de Reverte).

13.30 h. Inmaculada Casal celebra el décimo aniversario de su Contraportada. Durante toda la semana han estado emitiendo felicitaciones de famosos. La de hoy no tiene precio. Dice María José Santiago: "Feliz décimo aniversario, y que celebréis diez décimos aniversarios más todavía". Tras los cotilleos de la jornada, la presentadora entrevista a Pasión Vega, que está en el plató. En un momento dado, la cantante trata de relativizar el elogio de que siempre canta en directo: "Mi problema es que no sé hacer play-back".

21.40 h. Pillo empezado el informativo alternativo de Canal 2, La noche al día. Ahí me encuentro a dos de mis presentadores favoritos de Canal Sur, a los que hace mucho que no veía: Rosa Pilar Abelló y Javier Monterrubio (digamos que me gustan por motivos opuestos). Monterrubio ha engordado bastante, pero tiene su gracia escucharle hablar de los deportes con tan poca pasión. Incluso hay un momento poético cuando pronuncia el nombre de un futbolista chileno: "Chupete Suazo". Luego, la guapa Abelló habla del esqueleto de un pingüino gigante que vivió hace 36 millones de años. Ya me quedo en el 2 para rematar la noche. Memoria documentada se dedica a hablar de la represión contra los homosexuales en los últimos años del franquismo: queda un programa intenso y emocionante. Un malagueño cuenta que una vez un policía le llamó maricón por llevar una chaqueta con sus cuatro botones abrochados. Esta fue su respuesta, que le costó la cárcel: "Pues yo en el Nodo he visto a Franco pescando salmón con una chaqueta como esta". Después, las 1001 noches de Joaquín Petit, cuyo tono en las entrevistas es tan sosegado que nos deja al borde del sueño. Mejor que tomarse un pacharán.


Viernes, 29 de junio

16.30 h. Me asomo a ver cómo le va a María del Monte al final de su primera semana. Como la otra vez, aún no ha terminado el culebrón. La gata salvaje está montándole ahora una escena nocturna al maromo en una playa: “¿Por qué me has llamado Rousaura en vez de Jacqueline, cuando hacíamos el amor?”. Las excusas del maromo no le convencen, porque la gata le arroja arena a los ojos y se larga llevándose sus ropas y sus zapatos. Tras los créditos, aparece María del Monte sentada encima de una maleta que no cierra: empiezan las vacaciones, que es el tema del día. El resto del programa resulta menos atropellado que el de debut, aunque con el mismo problema: cuando María del Monte consigue integrarse en la tertulia y en el cachondeo con los invitados, funciona; pero cuando debe volver a su papel de presentadora, queda envarada y torpe. No es creíble, por ejemplo, cuando da los datos sobre la Operación Salida. En la tertulia comentan que Andalucía es el lugar de España donde más se duerme la siesta: siete de cada diez andaluces. No parece que La tarde con María vaya a modificar la proporción.

20.58 h. Me fijo en el spot de un niño que juega en el parque y repite a cámara: “Mírame, mírame”. Se abre el plano y vemos que el niño está solo: no hay nadie que le mire. Es una campaña de acogimiento familiar de la Junta. Ahora todos los anuncios institucionales terminan con este eslogan: "Andalucía al máximo”. Se ve que los publicitarios de la Junta siguen imparables.

21.15 h. Ha terminado la mujer del tiempo de Canal Sur (que caldea el ambiente hasta en las heladas) y empieza Los reporteros. Hoy presentan dos reportajes: uno sobre el consumo de cocaína en España y otro sobre los programas del corazón. Podrían haberlos unificado perfectamente. Y por fin, uno de mis momentos más temidos: la Menuda noche de Juan y Medio. La invitada es Loles León, que nada más entrar le da un beso al presentador y le dice: “Muérdeme en algún lao, que te alimente”. Hay niños delante, sí: lo que pasa es que estos niños están ya tan resabiados como la propia Loles. Luego hacen sus preguntas y cuentan sus chistes más sobreactuados que Liberto Rabal, aunque lo cierto es que también con más gracia. En Canal 2 emiten Los abajo firmantes. Juan Diego Botto llora tirado en el suelo porque ha empezado la guerra de Iraq. Vuelvo a toda prisa a Menuda noche, donde un montón de niños muy pequeños bailan disfrazados de tomatitos.


Sábado, 30 de junio

19.10 h. En Andalucía Directo conectan con el acto reivindicativo de unas madres que defienden el derecho de darles de mamar en público a sus bebés. Al pie de la imagen, este titular: “La gran tetada”. El otro gran momento de la tarde es cuando, en la manifestación del Orgullo Gay en Madrid, la multitud canta: "Todos somos Tinki Winki" (en alusión al teletubby sospechoso de homosexualidad en Polonia). También hay varias conexiones con El Ejido, donde los Rolling Stones tocarán esta noche. Se menciona la muerte de los operarios que desmontaban el escenario en Madrid, pero en seguida vuelve la alegría. A continuación, el estreno de Mi mascota. Entre reportajes sobre razas caninas y consejos del veterinario, el canoso de Los del Río nos presenta a sus mascotas: dos caballos y seis perros, que se ponen muy contentos cuando vuelve de sus giras (es de suponer que no les canta "Macarena"). Para acabar nos habla de la muerte del bóxer de su hija, llamado Chimo. "Aquello fue un drama”, dice el cantante con un convincente temblorcillo de voz.

22.30 h. Después de Arrayán, que sólo descansa los viernes (para desesperación de mi madre), empieza Noche sensacional. Mar Saura y Andoni Ferreño bajan por una escalinata con un cortejo de bailarines. La primera actuación es de Isabel Pantoja, que canta “Se me enamora el alma". Luego le toca a Carlos Baute... La sensación es la de haber visto ya mil veces este programa. Tiene todo el aire de las galas de José Luis Moreno. Consulto el Google y en efecto: él es el productor. No faltan ni los sketches casposos sobre hipotecas y gatillazos. Espero a que salga mi admirado Chiquito de la Calzada y luego me voy al Canal 2 a ver a Nanni Moretti en Caro diario, recorriendo Roma a lomos de su refrescante vespa.


Domingo, 1 de julio

19.00 h. Novillada desde Ubrique. Ya estaban faltando los toros, aunque la verdad es que la programación de hoy en Canal Sur ha sido bastante modernita: Tierras altas, Telesigno, Tecnópolis… Los novilleros se están formando en escuelas taurinas andaluzas y hay un cierto aire pedagógico (e incluso paternalista) durante la retransmisión. Los maestros les gritan a sus alumnos desde el burladero: “Gústate… No te quedes cortito… Más cerquita…”. Me recuerdan a las voces de los entrenadores de fútbol de los equipos de Regional. Se ven gestos que son impensables en las figuras. Como el del novillero que se tapa la cara con el capote cuando va a salir el toro, para no verlo. O el que confiesa después de su faena fallida: “No he tenido valor pa tirarme en lo alto, le digo la verdad… no he tenido valor pa matarlo”. El comentarista alaba la honestidad del muchacho, pero el maestro que lo acompaña replica: “Eso no lo puede decir nunca. Tiene que esconderse un poco”. También entrevistan a una chica de la escuela de Los Barrios, que es una de las seis que están preparándose para mozo de espada. Asegura que cuando le toque vestir a un torero, lo hará con profesionalidad: “Mientras lo visto, me olvidaría de que es un hombre”.

22.30 h. Y para terminar, De la mano con Manu. El humorista entra en el decorado de todos los late nights, con fondo nocturno de rascacielos, y se pone a soltar sus ocurrencias, algunas bastante pasadas: "Hoy no es que sea difícil llegar virgen al matrimonio, es que ya es difícil llegar virgen a la primera comunión". Manu es el típico graciosete andaluz, cargante a ratos, pero lo cierto es que conduce bien el programa. Mientras lo veo, voy ordenando mis conclusiones sobre Canal Sur. Es una televisión del mismo nivel que las demás de España (que tiende a ser bajo). Con dos particularidades: que, al ser menor su territorio, los elementos se repiten más; y que todo está como traducido a un cierto tópico andaluz, no sólo en el acento, sino también en el carácter. Y ha habido otra cosa que me ha llamado la atención: la cantidad de guitarras que aparecen a diario. Deben de ser tantas como txalapartas salen en Euskal Telebista.

[Publicado en la RDO de los diarios del Grupo Joly]

5.7.07

Tres de espadas

Uno. En la interesante crítica de Arcadi Espada a Fernando Savater, ayer en su blog, destaca el último párrafo:
Lo último que dice nuestro querido Voltaire es que el ataque contra "la religión empobrece la imaginación". No es una frase cualquiera. Quiá! Concentra el parón poético de la literatura y de los literatos. La religión desencadena el mismo torrente imaginativo que la Astrología o cualquier otra superstición. Torrente inmóvil, cosificado desde siglos, como toda la ropa vieja de sus metáforas. Sólo la ciencia puede curar a la imaginación.

Aquí Espada se postula como el perfecto socialdemócrata. Pero un socialdemócrata de una pureza que no podrían alcanzar nuestros actuales y multitudinarios socialdemócratas sentimentales. Es candorosa su idea, y hasta puritana... pero al mismo tiempo inquietante y fecunda. Tal vez habría que probar a ir por ahí. Quizá ha llegado el momento de que nosotros, los literatos, renazcamos de nuestras propias hojarascas.

Dos. El quid de Espada es el siguiente: el Periodismo ha sido su trampolín intelectual; pero corre el riesgo de que sea también su límite. Con respecto a lo primero, su jugada ha sido maestra: basándose en el Periodismo, tomándoselo rigurosamente en serio, ha rescatado las ideas de realidad y de verdad, y ha reconocido el valor de la Ciencia, en tanto Periodismo del Universo (o algo así). Ha sido una operación brillante, original y sumamente higiénica. El peligro está en que, una vez potenciados todos los beneficios del Periodismo, se mantengan también, al socaire, algunos de sus defectos (el primero de los cuales es pensar que no hay vida fuera del Periodismo).

Tres. Cuando yo me matriculé en Periodismo, escribí esta frase de Valle-Inclán en mi carnet de estudiante, protestón: "La Prensa avillana el estilo y empequeñece todo ideal estético". Han pasado los años y he descubierto que justo eso es lo que quiero: avillanar mi etilo y empequeñecer todo ideal estético.

3.7.07

Fiebre y lanza

He encontrado en mis archivos un pasaje que copié en su momento de Javier Marías. Pertenece a Fiebre y lanza, la primera parte de Tu rostro mañana. Creo que ningún otro escritor español reciente ha escrito nada igual:
[...] ese es el proceso del atrevimiento sin duda, y es tanto lo que se consigue a base de práctica, y de exigirse. El problema de casi toda la gente, sus limitaciones, provienen de la falta de persistencia, de su pereza o fácil contentamiento, también de su miedo. Casi todo el mundo recorre un breve trecho y se frena, se para pronto y toma asiento y se repone del susto o se adormece, y entonces se queda corto. A alguien se le ocurre una idea y normalmente le basta, con la ocurrencia, se detiene complacido ante el primer razonamiento o hallazgo y ya no continúa pensando, ni escribiendo con mayor hondura si escribe, ni exigiéndose ir más lejos; se da por satisfecho con la primera hendidura o ni siquiera eso: con el primer corte, con atravesar una sola capa, de las personas y de los hechos, de las intenciones y las sospechas, de las verdades y los embelecos, nuestro tiempo es enemigo de la insatisfacción íntima y por supuesto de la constancia, está organizado para que todo canse en seguida y la atención se muestre saltarina y errática y el vuelo de una mosca la distraiga, no se soportan la indagación sostenida ni la perseverancia, el quedarse de veras en algo, para enterarse de ese algo. Y no se consiente la mirada larga [...]

2.7.07

Vuelven las zozobras

Pues nada, parece que vuelven mis zozobras electorales. Aquí está todo muy bien explicadito. Ayer me terminé de leer la Historia de Roma de Indro Montanelli y quedan dos ideas claras, una individual y otra colectiva: la individual es que lo fudamental es el carácter; la colectiva, que cuando la descomposición empieza ya es irreversible. Por lo demás, ¡menuda escabechina fue el Imperio! Así da gusto.

* * *
(19-IV-2009) Al lector que llegue aquí merodeando desde el futuro, le dejo este artículo de Arcadi Espada, que completa la historia.

1.7.07

Caliche 17

Buenos Aires al atardecer


La prehistoria de mi personaje internético tuvo lugar en Starmedia, un portal que no sé si aún existe. A principios del 2000 desemboqué en él buscando fotos pornográficas de negras y latinas, que no encontré. A cambio, vi un listado de chats y me decidí a entrar por primera vez en uno, que frecuenté a partir de entonces: el de la sala Literatos, del apartado Bohemios. Allí solía juntarse una estomagante patulea de letraheridos mexicanos, colombianos, uruguayos, argentinos, chilenos y puertorriqueños. Yo era el único español, y presumo que por mi culpa se llevaron una impresión bastante averiada de los modernos habitantes de la Madre Patria.

Las (pocas) veces que entraba con una actitud no enteramente destructiva (constructiva no la tuve nunca), mi nick era el de Maestro Zen. Pero lo que me gustaba era entrar como un soez dinamitero, en fin, como el AS que todos conocéis —sólo que ignorante de que mi conducta ya estaba catalogada como de troll (saberlo me hizo perder la inocencia). Mis nicks en esas ocasiones eran, según mi ánimo, Micropene o Superpollón. Me daba igual presumir o humillarme, lo decisivo era la anormalidad del miembro, el impacto procaz que producía. Aquella sala era un lugar mucho más tierno y cursi que el Nickjournal: allí se hablaba ante todo de literatura y se ejercitaban sin pudor los buenos sentimientos. Para un provocador, no podía haber mejor público. Yo entraba como Micropene, por ejemplo, y lanzaba esta bombita fétida: "Todo eso está muy bien. Pero hablemos de un tema realmente poético, el único tema realmente poético, me atrevería a decir: mi micropene de 6 centímetros." O bien, si entraba como Superpollón: "Todo eso está muy bien. Pero hablemos de un tema realmente poético, el único tema realmente poético, me atrevería a decir: mi superpollón de 36 centímetros." Y ahí se liaba. ¿Os imagináis una sala llena de latinoamericanas hipersensibles (muchas de ellas castristas), cacareando escandalizadas? Yo me lo pasaba pipa, ciertamente. Fue por aquel entonces cuando me volví un adicto a internet: un psicótapa de las payasadas fáciles, un bufón ilustrado...

Pero lo que yo quería contar era lo que me ocurrió una noche en que entré como Micropene y sólo había una persona en la sala, que firmaba como Caliche 17. Como suelo hacer cuando el nick es ambiguo, le solté a modo de saludo: "Oye, Calichín, ¿tú que gastas, chocho o cipote?" Me dijo que era un chico, argentino, de 17 años (cómo no). Yo empecé a meterme con él, que si valiente cabronada del destino la de haberle hecho nacer en Argentina, que no es un país, sino una trampa (como decían en Martín Hache), que qué quería ser, si psicoanalista, dentista, o las dos cosas a la vez, que si Sabato era tonto, Borges impotente y Cortázar cursi, que qué bueno que los argentinos se hayan inventado la palabra "atorrante", porque así sabemos cómo definirlos... Yo estaba ya embalado con mi show cretino cuando el chaval, que no se había escandalizado, ni se había defendido, dijo sencillamente: "Voy a suicidarme."

Estuve a punto de lanzarme a hacer chistes sobre el suicidio, a recomendárselo muy vivamente ("un argentino menos", etc.), pero algo me contuvo. No sé, tal vez fuese una inesperada intuición por mi parte, yo que de intuición suelo andar flojo. El caso es que le pregunté el motivo. Y me vi embarcado de pronto en la triste historia de su vida, que me fue contando convincentemente a lo largo de varias horas y que resumiré por no alargar este escrito. Sus padres, de la alta burguesía de provincias, personas muy estrictas y creí deducir que afines a la extinta dictadura militar, lo habían mandado hacía varios años a Buenos Aires a estudiar el bachillerato. El primer año se aficionó al juego, en el que perdió mucho dinero, y no aprobó el curso. Pero mintió a sus padres diciéndoles que sí. Los siguientes años pasó lo mismo. Ahora creían que su hijo estaba a punto de entrar en la universidad, cuando ni siquiera tenía primero de bachillerato. A la vez, el muchacho había contraído tremendas deudas con prestamistas hampones... La mentira lo había aislado del mundo (había engañado también a sus amigos y a su novia; "soy mitómano", decía) y ahora sólo encontraba solución en el suicidio.

Me pasé, como digo, varias horas hablando con él. Le escuché, le di consejos. De vez en cuando caía en la cuenta de mi ridícula situación: yo allí vestido de Micropene intentando evitar que un chaval se suicidase en Argentina. También me preguntaba por el significado de su nick, que no me sonaba (me imaginaba que sería algún argentinismo). Poco a poco Caliche 17 fue entrando en razón, hasta que por fin me dio las gracias, me dijo que le había venido muy bien hablar conmigo, y se despidió. Apagué el ordenador, agotado. Antes de irme a dormir busqué en el diccionario el significado de la palabra, sin esperar nada llamativo, por simple curiosidad. Pero al leerlo vi a aquel chico: "CALICHE: Pequeña costra desprendida del enlucido de la pared".

[Publicado en Nickjournal]